06/08/2019

Un pack de fin de semana que incluye alojamiento, desayuno, cena romántica y acceso al spa con botella de cava no es turismo de experiencias. No es nada extraordinario, es lo típico; ha habido una sobredosis del término y todo no vale.

Aquel que nos traslada a degustar un guiso típico cocinado por los habitantes de una cabaña o de una casa ubicada en un barrio en el jamás te imaginarías vivir, eso sí es turismo de experiencias. Esa experiencia que nos conduce a bucear hasta un hermoso arrecife de coral en lugar de verlo desde un ferry, también lo es.

El turismo de experiencias se aparta del turismo de masas. Nos aleja de lo que hacemos todos los días y nos acerca a la propia realidad del lugar hasta el que hemos viajado.

Se trata de probar y de sentir, de emocionarnos con algo nuevo, auténtico, agradable y que se va a traducir en un recuerdo inolvidable. No en algo que morirá al deshacer las valijas.

Ya no importa tanto el dónde dormir o el cómo vamos a llegar hasta allí sino qué es lo que vamos a vivir allá donde vayamos, por eso, hay quienes prefieren gastar menos en alojamiento y transporte.

¿Cómo es el turista o, más bien, el Viajero de Experiencias?

Es multisensorial y multicanal, quiere vivir el destino de un modo distinto. Elije el lugar según lo que le apetece sentir y no pretende ser un espectador pasivo.

Es más entendido y, en consecuencia, exige más. Los cambios sociales, la reorganización laboral, la aparición de nuevos destinos, el abaratamiento de los vuelos y las nuevas tecnologías han provocado que las necesidades, las perspectivas y el comportamiento del viajero cambien.

Está más interesado en la calidad del servicio, en lo social y el medio ambiente que en lo material y no le importa pagar un poco más por satisfacer estos requisitos.

Cada vez más, planifica el viaje ayudándose de las nuevas tecnologías y de lo que otros opinan y recomiendan.

¡Tené en cuenta sus intereses para realizar productos que realmente incluyan experiencias y así ganá terreno en este nuevo turista, que llegó para quedarse. 

¿Lo venís trabajando? ¿Tenés dudas? Escribinos a aviabue@aviabue.org.ar